Silencio.
El rumor de la tiza sobre la pizarra es lo único que se escucha.
Sobre la superficie negra va cobrando forma una frase.
Una que ya conoces bien.
“El contenido se escribe para el usuario, no solo para los robots”.
Cuando termina de escribir, el profesor Adrián se gira.
Su mirada impertérrita se posa sobre los únicos 7 pupitres ocupados en toda el aula.
Los únicos 7 alumnos que estáis en la clase de recuperación.
“Muy bien”, dice por fin. “Ahora quiero que copien esta frase 20 veces en sus cuadernos”.
Un murmullo de suspiros recorre el aula medio vacía.
“Venga, profe, ¿no pueden ser solo 10?”, pregunta un alumno que está sentado a tu espalda.
La mirada del profesor Adrián sobrevuela tu cabeza y se clava en el alumno que ha hablado.
Contienes un escalofrío.
“Usted”, dice el profesor Adrián. Sus ojos son dos pozos oscuros de severidad. “Dígame por qué están ustedes aquí”.
Escuchas a tu compañero tragar saliva.
“Pues… por haber suspendido el examen de Redacción SEO. Pero…”.
“Muy bien”, lo corta el profesor. “¿Y cuál es la regla más importante de la redacción SEO?”.
La clase enmudece.
El profesor gira la cabeza y os recorre con la mirada, expectante.
“¿Y bien?”.
Tú levantas la mano con timidez.
“Que… que el contenido tiene que estar escrito para el usuario antes que nada”.
El profesor Adrián asiente.
“Muy bien”, dice, y señala la pizarra con un dedo. “Pues para que no se les vuelva a olvidar, copien esa frase 20 veces en sus cuadernos”.
Contienes otro suspiro, agarras el boli y empiezas a redactar: “El contenido se escribe para el usuario, no solo para los robots. El contenido se escribe…”.
***
***
Es broooooooma.
No te voy a hacer copiar nada 20 veces.
Pero lo que sí va en serio es que quiero que te grabes esta idea a fuego.
La redacción SEO no consiste en escribir para Google.
No.
Redactar para SEO implica escribir pensando en el algoritmo, pero sobre todo en el usuario.
Un equilibrio complicado, lo sé.
Pero aquí te explico cómo llevarlo a la práctica.
Coge la libreta que te va a hacer falta. 😉
Empiezo con una definición:
La redacción SEO consiste en escribir un post de manera que Google lo muestre por la palabra clave que estás atacando.
Y a ser posible, que lo muestre entre los primeros resultados de búsqueda (que son los que consiguen más clics y tráfico). 😉
Pero ojo a lo que te decía antes.
Escribir para Google NO es escribir como un robot.
No se trata de saturar tu post de palabras clave, hasta el punto de que resulte prácticamente ilegible.
Eso no funciona.
Para que tus contenidos se posicionen, lo más importante es que sean útiles para el usuario.
Eso significa que:
Si eso no lo cumples, ya te digo yo que tus posts no se van a posicionar aunque les metas las palabras clave con escuadra y cartabón.
Ojo; eso no significa que puedas redactar tus contenidos de cualquier manera y sin pensar en las palabras clave; tampoco se trata de eso.
Como te decía, tienes que encontrar el equilibrio entre lo que Google necesita y lo que quiere tu lector.
Para aprender a escribir, primero tienes que aprenderte el alfabeto.
Y aquí igual.
Para aprender a redactar contenidos de cara al SEO, antes tienes que entender las bases de la redacción SEO.
Atento, que esta lección es crucial. 😉
Dentro del proceso de redacción de contenidos SEO, lo primero es hacer una búsqueda de palabras clave o keyword research.
El objetivo es identificar las palabras clave que:
Para encontrar estos términos necesitarás una herramienta de palabras clave. La que usamos nosotros, por ejemplo, es KWFinder (de la que te hablé aquí).
OJO
Recuerda que no todos los contenidos de tu calendario editorial tienen el objetivo de posicionar en Google.
También es importante planificar posts que no necesariamente estén optimizados para el SEO, pero que te sirvan para:
Este es un nivel más avanzado de la estrategia editorial que nosotros trabajamos dentro del servicio de marketing de contenidos.
Dentro de un post, normalmente atacamos una palabra clave principal y otras secundarias.
Estas keywords secundarias son lo que denominamos “long tails”, o variaciones de la palabra clave principal.
Por ejemplo, la palabra clave principal de este post que estás leyendo es “Redacción SEO”.
Ahora, si introduzco este término en una herramienta de palabras clave como KWFinder y me voy a la pestaña de “Autocompletado” (la sección para obtener long tails)…
Me encuentro términos como:
Esos son otros términos que buscan los usuarios cuando quieren encontrar información sobre redacción SEO.
Por eso también las atacaremos con este post.
Así tendremos más posibilidades de posicionar en Google y atraer tráfico por diferentes vías.
Este punto es vital para la redacción web.
Piensa que, cuando un usuario hace una búsqueda, es como si le planteara una pregunta a Google.
Por ejemplo, si tú has llegado hasta aquí buscando en Google “Redacción SEO”, lo que en realidad querías decir era:
¿Me equivoco? 😉
Del mismo modo, cuando te dispongas a escribir un contenido, tienes que analizar la intención de búsqueda de la palabra clave principal.
Debes entender qué información concreta quiere obtener el usuario con esa búsqueda.
¿Cómo?
Esa información es la que los usuarios quieren encontrar. Y para que tu post se posicione, deberás incluirla en el tuyo.
TIP EXTRA
Cuando incluyas long tails en tu texto, asegúrate de que tienen la misma intención de búsqueda que la palabra clave principal.
Por ejemplo, si buscamos “Redacción SEO” y “Redacción SEO qué es”, los resultados que nos aparecen son iguales.
Por eso las atacamos juntas en el mismo post.
Pero si buscamos “Redacción SEO curso” (una de las ideas que nos daba KWFinder)…
Los resultados son totalmente diferentes. Aquí no hay una intención informativa, sino transaccional (la persona que busca este término quiere comprar un curso, no leer un post).
Ten esto en cuenta cuando elijas las long tails de tus posts.
Ahora voy a explicarte cómo elaborar un post optimizado para el SEO.
Y creo que lo mejor es que lo veamos con un ejemplo.
Vamos a suponer que tu negocio es un vivero y que estás elaborando uno de los posts de tu blog.
Te cuento el proceso.
Tienes un documento en blanco ante ti, listo para empezar a llenarlo de palabras.
Abres tu calendario editorial y ves que toca hablar sobre “Plantar albahaca”.
Lo primero será analizar la intención de búsqueda de esa palabra clave, para descubrir qué información espera encontrar el usuario.
¿Recuerdas cómo se hacía?
Por ejemplo, en el caso de la palabra clave “plantar albahaca”, la mayoría de los contenidos hablan sobre:
Estos son los puntos que tendrías que tocar sí o sí en el post.
Y además, les añades información extra que no aparezca en otros posts, para diferenciarte y que tu contenido sobresalga.
Esto es lo que se llama skyscrapper, una técnica crucial de redacción SEO que explica Cova en Palabras Que Atraen.
En este punto, tu documento de texto es un batiburrillo de ideas inconexas.
Ahora tienes que darles forma y decidir qué apartados vas a incluir y en qué orden. Es decir, tienes que elaborar el esquema del post.
Esto es clave para no perderte (y un antídoto contra los bloqueos creativos, sobre todo cuando te da miedo escribir).
Al mismo tiempo que elaboro el esquema, también suelo decidir dónde voy a introducir la palabra clave principal y las long tails.
Así luego no se me olvidan y puedo añadirlas de manera más natural mientras voy redactando.
Pero ¿dónde tienes que colocarlas?
Vamos por partes.
Para empezar, la palabra clave principal del post (en este caso, “plantar albahaca”) debe estar en:
Respecto a las long tails, las colocaremos de más a menos búsquedas en:
Lo más importante es que las incluyas de forma natural; no hagas frases muy forzadas con tal de meter la palabra clave.
Se trata de que Google sepa que están ahí, pero el usuario ni lo note.
EJERCICIO
Estamos en clase, no te ibas a librar de unos deberes. 😉
Antes te dije algunas de las long tails que he incluido en este post. Prueba a localizarlas, y busca también dónde está la palabra clave principal.
Luego escribe en los comentarios la frase concreta donde aparecen.
Llegó el momento de ponerte a escribir el post.
De cara al SEO, lo más importante es que tu contenido:
En general, todo aquello que ayude al usuario a asimilar la información que le estás ofreciendo y a aplicar los consejos del post.
Pero no basta con que tu post sea muy bueno.
Si no capta la atención y el interés de tu lector desde el primer instante, no conseguirás que lo lea.
Aquí es donde entran dos elementos clave:
¿Y tú? ¿Ya les estás dando a estos elementos de tus contenidos toda la importancia que deberías?
Esto es clave para diferenciarte.
No se trata solo de escribir un post útil y pensado para el usuario (que también es fundamental).
Además debes:
En general tiene que notarse que lo has escrito tú.
Si podrías coger ese post al terminar y ponerlo en la web de un competidor sin que se notase… ahí tienes un problema.
En el caso del post sobre albahaca, puedes ofrecer alguno de esos trucos que siempre te funcionan a ti, o uno que te recomendaba tu abuela…
Una de las cosas que Google revisa para posicionar tu post es el número de clics que recibe en los resultados de búsqueda.
Y ahí es donde entran en juego el title y la metadescripción.
Me refiero a estas líneas:
Aquí:
Piensa que más clics son más visitas que llegan a tu post.
Y si además esas visitas se quedan porque el post les engancha y les ofrece la información que buscan…
Eso es bueno para el SEO (porque el algoritmo lo ve como una señal positiva y posiciona mejor tu post) y bueno para ti (porque esas visitas se podrían acabar convirtiendo en clientes, que es para lo que realmente sirve un blog). 😉
… pero solo con saber optimizar tu posts para el SEO no basta.
Como te decía antes, el primer paso dentro del marketing de contenidos es elaborar la estrategia editorial.
Lo que significa:
Y Cova en Palabras que Atraen te explica cómo hacer todo eso.
Si quieres que tu blog no solo te traiga visitas de Google, sino también clientes…
Por cierto.
Esto ya lo sabes, pero si tienes cualquier duda sobre lo que te he explicado, déjamela en los comentarios. 😉
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