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Qué es la tasa de rebote, su impacto en el SEO y cómo reducir el porcentaje de rebote en tus posts

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Esto va de estrategia, embudos y lo que se tercie. Aprender puede ser divertido. No mando emails todos los días (o sí). Requisitos: leer, pensar y aplicar.

Lo de la tasa de rebote es un auténtico lío.

Y es que parece que cada post que lees te cuenta una cosa diferente sobre ella:

  • Unos aseguran que es una métrica importantísima.
  • Otros, que tampoco tienes que hacerle mucho caso.
  • Unos dicen que es crucial para el SEO, y que Google te puede penalizar si es demasiado alta.
  • Otros en cambio afirman que no, que en realidad no cuenta para el SEO.

Que sí, que no, qué sí, que no… es la métrica de Schrödinger, señoras y señores. 🤓

Ahora en serio.

No te preocupes si tú también andas con la cabeza hecha un lío, porque mi objetivo con este post es darte claridad.

Y sobre todo: que entiendas cómo interpretar esta métrica y utilizarla para saber si tu estrategia de contenidos está dando buenos resultados.

Por eso aquí te voy a contar:

  • Qué es la tasa de rebote y qué ocurre si es muy alta.
  • Su impacto (real) en el SEO.
  • Varias estrategias para reducir el porcentaje de rebote de tus contenidos (y por qué esto te ayudará a captar más leads).

¿Empezamos? 

Porcentaje o tasa de rebote: definición de esta métrica

Antes de nada, arranco con una definición.

La tasa de rebote (también llamada “porcentaje de rebote” o “bounce rate”) es una métrica que indica el porcentaje de usuarios que han entrado en tu web y se han ido sin interactuar con ella.

Es decir. 

“Rebote” serán todas aquellas visitas que llegan a tu página y:

  • No hacen clic en ningún enlace ni visitan otras URLs dentro de la web.
  • No rellenan ningún formulario (no se genera una conversión).

Y con esto ya te puedes hacer una idea de por qué es tan importante…

1. ¿Qué pasa si tengo una tasa de rebote muy alta?

Pues normalmente es señal de que algo está fallando en tu web.

Por ejemplo:

  • Una experiencia de usuario negativa: quizá la página carga demasiado lento, o la fuente del texto es difícil de leer, o el menú de navegación no funciona bien en pantallas pequeñas… 
  • Tus contenidos no enganchan: otra posibilidad es que tus posts no generan interés, o no le ofrecen al usuario la información que buscaba. 
  • Tu página no está optimizada para la conversión: puede que tus posts sean los mejores del mundo y que a tus visitas les encanten. Pero si un usuario se lee un post entero y luego se va sin hacer nada (y en concreto, sin dejarte su email y suscribirse a tu lista), el problema es el mismo. 

Sea cual sea el motivo, si tienes una tasa de rebote alta, significa que estás perdiendo muchas oportunidades de convertir a tus visitas en clientes (que es la principal función de un blog).

2. Vale, pero ¿cómo sé cuál es el porcentaje de rebote de mi web?

Para eso necesitas una herramienta de analítica web.

La más utilizada (porque es gratuita y muy completa) es Google Analytics. 

Lo que pasa es que en los informes predefinidos de Analytics (los que aparecen por defecto sin tener que configurar nada) no aparece el porcentaje de rebote de tu web. 

Pero hay dos maneras de averiguarlo:

  • Revisar las sesiones con interacción: aquellas en las que el usuario ha permanecido más de 10 segundos y ha interactuado con algún enlace o ha realizado alguna conversión. Si el 30 % son sesiones con interacción, el 70 % restante serán sesiones con rebote.
  • Con un informe personalizado: más sencillo todavía. Analytics te permite crear tus propios informes personalizados y decidir qué métricas quieres que te muestre en ellos. Y una de las opciones es el porcentaje de rebote.

Sigo.

¿El porcentaje de rebote es un factor de SEO? Cómo puede afectar esta métrica a tu posicionamiento

Quizá hayas leído por ahí que una tasa de rebote alta es mala para el SEO. Que si uno de tus posts tiene un porcentaje de rebote muy alto, no se posicionará bien en Google.

Esto es falso… en parte.

Para empezar, la tasa de rebote NO es un factor de SEO en sí mismo. 

El algoritmo no puede saber si tu web ofrece una buena o mala experiencia de usuario fijándose únicamente en el porcentaje de rebote. Y no te va a penalizar solo porque sea muy alta.

Lo que hace Google es tener en cuenta otra serie de métricas. Y dos de las más importantes son:

  • El tiempo de permanencia.
  • El pogo sticking.

Te las explico.

1. Tasa de rebote y tiempo de permanencia

El tiempo de permanencia es una métrica que te indica el tiempo promedio que transcurre desde que una persona accede a tu web hasta que se marcha.

Y al combinarla con el porcentaje de rebote, puedes saber con más precisión si hay algo en tu página que esté fallando.

Por ejemplo, imagina que un post tiene una tasa de rebote muy alta, y:

  • El tiempo de permanencia es bajo: eso significa que el usuario apenas se ha leído un par de líneas del post y se ha ido.
  • El tiempo de permanencia es alto: entonces la mayoría de los usuarios se leen el post entero. Pero luego simplemente no hacen clic en ningún enlace ni rellenan ningún formulario. Esto no sería preocupante de cara al SEO (aunque sí de cara a la conversión, porque igualmente podrías estar perdiendo muchas oportunidades de venta).

El tiempo de permanencia también lo puedes medir a través de Google Analytics.

2. Tasa de rebote y pogo sticking

Imagina que un usuario entra en tu post. Se lo lee por encima, pero lo que le cuentas no le parece interesante. Así que al cabo de unos segundos, vuelve a los resultados de Google y entra en la siguiente página que le aparece.

Esto (el hecho de que un usuario entre en una web y, a los pocos segundos, salga y entre en otra) se llama pogo sticking.

Y esto sí es bastante grave. 

Porque si ocurre a menudo, el algoritmo lo tomará como una señal de mala experiencia de usuario.

Y ya sabes lo que eso significa: bye bye posicionamiento en Google…

El problema es que no puedes saber cuál es exactamente el porcentaje de pogo sticking de tu web. Esta es una métrica interna que usa el algoritmo, pero que no está accesible desde Google Analytics ni desde ninguna otra herramienta.

Ahora bien. Si notas que en algunos de tus posts el bounce rate es muy alto y el tiempo de permanencia es bajo (de solo unos pocos segundos)…

Entonces lo más probable es que los usuarios estén saliendo rebotados de tu post y yéndose derechos a otro.

Cómo reducir la tasa de rebote y aumentar el tiempo de permanencia en tu blog: 6 claves

Es prácticamente imposible reducir la tasa de rebote a cero.

Siempre habrá usuarios que lleguen a un post, se lo lean y se vayan (sin ir más lejos, las personas que estén suscritas a tu newsletter; ellos no se van a descargar tu lead magnet ni probablemente se lean ningún otro post).

Y como te decía, eso en sí mismo no es malo.

De lo que se trata es de:

  • Reducir esa tasa de rebote al mínimo posible: y conseguir que tus visitas se conviertan en leads, sigan navegando por tu blog y por el resto de la web, etc.
  • Conseguir que se lean el post entero: para aumentar el tiempo de permanencia y evitar el poggo sticking.

Y los consejos que te voy a explicar ahora te servirán para ambos objetivos.

Atento.

1. Una introducción atrapalectores

En el arranque del post tienes que atrapar al lector. Conseguir que se muera de ganas de seguir leyendo.

Tienes que dejarle claro que:

  • Entiendes su problema.
  • Y en tu post vas a darle la solución.

¿Cómo lograrlo?

  • Tocando sus puntos de dolor (sus principales preocupaciones).
  • Reflejando el beneficio de seguir leyendo (“Cuando termines el post ya no tendrás ningún problema para hacer “X”).
  • Generando intriga (“Además de darte varios consejos, te cuento un truco que muy poca gente conoce…”).

Puedes usar solo uno de estos recursos o combinarlos.

Por ejemplo, imagina que estás haciendo un post sobre cómo elaborar una tarta de 3 chocolates.

Si en lugar de decir que:

En este post te explicaré cómo hacer una tarta de 3 chocolates, los ingredientes que necesitas y los pasos a seguir”.

Arrancas con algo tipo:

¿Cuántas veces has intentado hacer una tarta de 3 chocolates pero, al sacarla de la nevera, parecían más unas natillas que una tarta? Y es que nunca consigues que cuaje, pero no entiendes por qué. ¡Si siempre sigues la receta al pie de la letra!

No te preocupes, porque aquí te explico los pasos para hacer una tarta de chocolate de rechupete y que cuaje correctamente.

Además, te cuento un truco que yo empleo en mis preparaciones para que tenga una consistencia ligera y extracremosa”.

¿Cuál de las dos te da más ganas de seguir leyendo? 

RETO

Vamos a hacerlo un poco más divertido.

Analiza la introducción de este post y dime, ¿qué recursos he utilizado yo para captar tu interés? Déjame tu respuesta en los comentarios. 

¿Te atreves? 😉

2. Si tu texto no está bien estructurado, nadie lo leerá

Seguro que más de una vez has entrado a leer un post, pensando que ibas a aprender algo útil… pero lo que te has encontrado es un texto:

  • Caótico y enrevesado.
  • Con un montón de ideas explicadas a medias.
  • Sin un hilo argumental claro.

Vamos, que después de un par de párrafos ya estabas con dolor de cabeza.  

Y claro, no has tardado ni un minuto en cerrarlo e irte a otro.

Este es un problema muy común. Y la manera más sencilla (y eficaz) de evitarlo es plantear el esquema del post antes de lanzarte a escribir.

Es decir, primero decides:

  • Qué apartados vas a incluir.
  • Qué contarás en cada uno.
  • Cómo se conectarán esos apartados.

Y luego ya empiezas a redactar.

Así no solo evitarás que tus lectores huyan despavoridos.

Además, a ti te costará mucho menos escribir y revisar ese contenido. De hecho, es uno de los consejos que te daba en este post sobre cómo superar el miedo a escribir.

3. ¿Qué quiere saber su audiencia? Ojo a la intención de búsqueda

Cuando una persona busca algo en Google, es como si le estuviera “haciendo una pregunta” al buscador. 

Y la respuesta que espera obtener a esa pregunta (la información concreta que quiere encontrar) es lo que denominamos intención de búsqueda.

Esto es importante porque, si dominas el concepto de “Intención de búsqueda” y eres capaz de aplicarlo en tus contenidos, te será mucho más fácil:

  • Lograr que se posicione en los primeros resultados de Google.
  • Captar el interés del usuario y conseguir que se lo lea de cabo a rabo.

Pero mejor te lo explico con un ejemplo.

Supongamos que tienes una escuela de pilates y estás escribiendo un artículo para atacar la palabra clave “Pilates para dolor de espalda”.

En tu post incluyes un montón de ejercicios para hacer en el gimnasio y usando accesorios como picas, bandas elásticas, pelotas…

Pero resulta que la intención de búsqueda de esa palabra clave (lo que la mayoría de la gente quiere encontrar cuando hace esa búsqueda en Google) es:

  • Ejercicios que se puedan realizar en casa.
  • Y que no requieran material.

¿Qué ocurrirá entonces?

Pues que cuando una persona empiece a leer tu post, verá que no le estás ofreciendo la información que esperaba y se irá. Y con toda probabilidad, entrará en otro resultado (pogo sticking).

Así que Google quitará tu post de las primeras posiciones, porque sabrá que no es útil para el usuario.

Claro que… ¿cómo sabes tú qué quiere encontrar una persona cuando hace una búsqueda?

Es fácil: solo tienes que analizar los contenidos que ya están posicionados en Google por esa palabra clave.

Así:

  • Abre una pestaña de incógnito en el navegador (si no, Google podría alterar los resultados según tu historial de búsqueda).
  • Introduce la palabra clave que quieres atacar y abre los 10 primeros posts que te aparecen.
  • Apunta las ideas principales de cada post. 

Esa información es la que los usuarios esperan obtener cuando hacen esa búsqueda (y por lo tanto, la que deberías incluir en tu contenido si quieres que se posicione).

Además, lo ideal es que añadas algunas ideas extra que no aparezcan en el resto de posts.

Por ejemplo: en el caso del post de pilates para la espalda, podrías añadir en tu contenido un par de ejercicios que el resto no mencione. 

Esto se llamaskyscrapper”

Y es una técnica simple pero muy eficaz para elaborar contenidos de calidad. 

De hecho, Cova la explica en detalle en el módulo 3 de Palabras que Atraen (nuestro curso de marketing de contenidos).

4. Enlaces internos en los posts = menos rebote y más tiempo de permanencia

Siempre que puedas, añade en tus posts enlaces a otros contenidos de tu blog. 

Así:

  • Si el usuario hace clic en uno de ellos, esa sesión ya no contará como una tasa de rebote.
  • Google verá que una persona se ha quedado bastante rato navegando por tu web y se ha leído más de un post, y te premiará a nivel de SEO.
  • Al usuario le servirá para profundizar.

¿Sueles incluir enlaces a otros posts en tus contenidos?

5. Dile al lector qué quieres que haga (usa las llamadas a la acción)

De vez en cuando me encuentro posts que no tienen cierre.

Me refiero a contenidos que no tienen ninguna frase de despedida ni conclusión. Como mucho, un par de líneas para decir “Espero que te haya gustado este contenido y que te resulte útil. Nos vemos en el siguiente”.

Eso es una oportunidad perdida.

Al final de todos tus contenidos deberías añadir una llamada a la acción: una o varias frases donde le pides al usuario que haga algo concreto.

Ya sea:

  • Dejarte un comentario.
  • Suscribirse a tu newsletter y/o descargarse tu lead magnet.
  • Echarle un ojo a tu página de servicios o a uno de tus productos.
  • Leer otros posts de tu blog.

¿Por qué?

Porque así es mucho más probable que lo haga, simplemente. 😉

Si no, lo que la mayoría de usuarios hará por inercia será cerrar el post e irse de tu página (claro, si ya han terminado de leer, ¿para qué iban a quedarse…?).

6. ¿Tu blog carga rápido? Si no, despídete de tus visitas…

Cierro la lista con un consejo que no tiene relación directa con la calidad de tus contenidos, pero que también es fundamental.

Como te decía, a veces un porcentaje de rebote alto es señal de que la experiencia de usuario en tu web es mala.

Por ejemplo, porque carga demasiado lento.

Para evitarlo:

  • Comprime todas las imágenes que subas a tu web.
  • Usa una plantilla ligera y que cargue rápido en dispositivos móviles.
  • Contrata un hosting optimizado para la velocidad de carga (como te explico en esta reseña de Raiola Networks, el hosting es uno de los factores que más influyen en la velocidad de una web).
  • Utiliza un plugin de aceleración de carga (como WP Rocket, WP Optimize o Litespeed Cache, por ponerte algunos ejemplos).

Una baja velocidad de carga no solo va a hacer que tus visitas se marchen (y que tu tasa de conversión caiga en picado). 

Es que, además, Google penaliza a las webs demasiado lentas y las posiciona peor.

Mucho cuidado con esto.

Ahora ya sabes cómo hacer que la tasa de rebote caiga por los suelos

Sé que te he soltado mucha información de golpe y que ahora mismo estarás con la cabeza hecha un lío.

Pero mi consejo final es este:

No les des tantas vueltas a las métricas, y pon el foco en crear contenidos de calidad.

Ojo: las métricas te sirven como indicadores para saber si vas por el buen camino. 

Pero el objetivo nunca debería ser que “la tasa de rebote baje a un X %” o que “el tiempo de permanencia suba hasta Y minutos”.

No.

Lo realmente importante es que tus posts:

  • Resulten útiles para tu audiencia.
  • Estén bien redactados y sean amenos de leer.
  • Enganchen desde la primera línea.
  • Consigan que el lector se convierta en lead.

Si logras eso, ten por seguro que el rebote bajará y todo lo demás (el tiempo de permanencia, el engagement, la conversión) subirá.

Y para aprender a escribir posts que logren todo eso, tienes Palabras que Atraen.

Un curso donde Cova te explica todo lo que necesitas saber para:

  • Elaborar la estrategia editorial de tu negocio (una que te traiga leads, clientes, autoridad…).
  • Escribir contenidos de calidad y que se posicionen en Google.
  • Redactarlos en el menor tiempo posible.

Tienes toda la información sobre el curso aquí.

Y recuerda que si te ha quedado cualquier duda, me la puedes dejar en los comentarios. 

¡Nos vemos por allí!

AUTOR
Adrián Medina
Responsable servicio marketing de contenidos. Ojo, porque él no escribe posts, hace pequeñas obras maestras. Es broma, pero no encontrarás a nadie que se esfuerce más por encontrar la palabra perfecta y el matiz preciso para cada idea. Siempre con una sonrisa (se le ha visto en pijama en reuniones).
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